Las montañas Virunga: el último refugio del gorila de montaña
El gorila no siempre ha gozado de la fama merecida. Tener a King Kong como referente no es precisamente un ejemplo positivo. El filme lo mostró temible, enorme y monstruoso. La realidad es otra cosa. La realidad está más relacionada con la imagen de los afables amigos de Tarzán.
Los grandes gorilas de montaña son seres tranquilos y sociables que viven en comunidades formadas por alrededor de una decena de individuos. Siguen una dieta fundamentalmente herbívora, alimentándose de cortezas, raíces y frutos; y a pesar de su imponente presencia, el hombre, más débil en apariencia, le ha comido el terreno. Los asentamientos humanos cercanos a su hábitat los han relegado a zonas muy aisladas, aunque no inaccesibles.
Así, en una cadena montañosa de África oriental, las montañas Virunga, puedes vivir la increíble experiencia de encontrarte cara a cara con gorilas de un peso aproximado de 200 kilos. Esta cordillera se extiende a lo largo del borde septentrional de Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo y cobija una intrincada selva donde se refugian los últimos ejemplares de esta especie.
Te propongo cuatro Parques Nacionales ubicados entre estos tres países para que vayas a disfrutar de esta increíble experiencia de ecoturismo.
El bosque (casi) impenetrable de Bwindi
El Parque Nacional Bwindi se encuentra en el suroeste de Uganda, en la frontera con la República Democrática del Congo. Se trata de un área montañosa de más de 32.000 hectáreas ocupada por uno de los bosques más antiguos y con más biodiversidad del país.
Pero lo que hace realmente famoso a este lugar son los 340 gorilas de montaña que habitan allí, aproximadamente la mitad de los ejemplares de esta especie que quedan en el mundo.
Lo primero que debes saber si quieres ir a ver gorilas en Uganda es que necesitas solicitar un permiso especial en la página de la Uganda Wildlife Authority. Conviene tenerlo con varios meses de antelación y cuesta entre 450 y 600 dólares en función de la temporada.
Al solicitar el permiso, te asignan a una familia de gorilas que puede pertenecer a cualquiera de los 4 sectores del Parque: Buhoma, Ruhija, Rushaga y Nkuringo. Solo se permite una visita al día por familia, en grupos de 8 personas.
Si estás planeando realizar el viaje a África por tu cuenta, puede que te surja algún problema a la hora de encontrar el punto de entrada a tu sector asignado, ya que a veces estos no están indicados claramente. Por ello (entre otras cosas), se recomienda contratar la visita a través de una agencia. Ellos te ayudarán a pedir el permiso y te llevarán hasta el lugar indicado.
Aunque el Parque puede visitarse durante todo el año, la mayoría de la gente prefiere ir entre junio y septiembre o entre diciembre y febrero para evitar las temporadas de lluvias. Ten en cuenta que Bwindi está en un lugar remoto y el acceso es difícil debido al mal estado de las carreteras. Desde Kampala, capital del país, puedes tardar hasta 8 horas en autobús.
Si no estás para tanto viaje, pero aún así quieres iniciarte en la observación de fauna salvaje, ¿por qué no empiezas por una salida guiada para observar al lobo ibérico en Zamora? Seguro que le coges el gusto y acabas lanzándote a tomar ese avión hacia Uganda.
El santuario de gorilas de Mgahinga
El Parque Nacional del Gorila de Mgahinga está también en el suroeste de Uganda, cerca de la ciudad de Kisoro. Con apenas 3.400 hectáreas, es el Parque Nacional más pequeño del país, pero también uno de los más importantes, al ser uno de los dos únicos lugares de Uganda donde pueden encontrarse gorilas de montaña.
Toda su área está cubierta por una densa vegetación y atravesada por numerosos arroyos. En su horizonte, puedes distinguir los cráteres de tres volcanes extintos: Sabyinyo, Gahinga y Muhabura. Los dos últimos cuentan con sendos lagos en sus cráteres.
Una sola familia de gorilas habita en Mgahinga, por lo que, a veces, verlos puede resultar una tarea ardua. Pero no te preocupes, el guía que te acompañará conoce todos los hábitos de este grupo y te llevará por los lugares más seguros para encontrarlos. Además, Mgahinga guarda otros tesoros faunísticos, como una rara especie de mono dorado que solo puede verse en esta parte de África.
Pero no solo es importante para la fauna. El Parque Nacional Mgahinga es también un lugar reconocido por haber sido hogar de los batwa, una tribu de pigmeos indígenas que se dedican a la caza y la recolección.
El Parque se localiza a unos 55 kilómetros de Kabale, la ciudad más importante de esta zona, desde donde puedes coger un autobús hasta Kisoro. Si vienes desde la Región Central, también puedes tomar un vuelo Entebbe-Kisoro.
Al igual que el Parque Nacional de Bwindi, Mgahinga sufre dos temporadas de lluvias al año: entre febrero y mayo y entre septiembre y diciembre.
El resistente Parque Nacional de las Virunga
Dentro de la República Democrática del Congo, el Parque Nacional más antiguo de África, fundado en 1925, es el hogar de unos 200 gorilas de montaña.
La situación política del país y el interés de grandes petroleras lo han amenazado durante años, llegando incluso a cerrar sus puertas. Pero a pesar de todos los conflictos, el Parque volvió a abrirse al turismo en 2014. Las expediciones para divisar a los gorilas son la actividad más demandada y, quizá, la única esperanza para salvaguardar a estos primates en grave peligro.
Este enorme espacio protegido comprende una diversidad de hábitats incomparable: selvas, estepas, planicies de lava, sabanas y volcanes. Y, por encima de todo ello, cumbres nevadas a más de 5.000 metros de altura.
El Parque se divide en tres sectores: el sector norte, dominado por las montañas Rwenzori; el sector central, donde se ubica el lago Edward y habita la mayor población de hipopótamos del mundo; y el sector sur, donde se encuentran los gorilas, en las faldas del volcán Mikeno.
En las expediciones, irás acompañado por los guardas del Parque, que son quienes mejor conocen a estos primates. Caminarás un par de horas en su búsqueda, en función del lugar donde durmieran los gorilas la noche del día anterior y después tendrás una hora para observarles. Para salvaguardar a los gorilas de las enfermedades humanas, es obligatorio que todos los visitantes lleven mascarilla (te la darán allí mismo).
La forma más usual de llegar al Parque es coger un vuelo internacional hasta Kigali, en Ruanda, y desde allí ir en taxi hasta Goma (República Democrática del Congo) en tres horas. Desde Goma hay transporte oficial del Parque hasta el mismo punto de entrada.
Parque Nacional de los Volcanes, la “Suiza de África”
Dian Fossey, célebre naturalista que estudió in situ durante 20 años a los gorilas en Ruanda, otorgó fama a este Parque Nacional. Su trabajo, escenificado en la película Gorilas en la niebla, sirvió para que se fundara el Centro de Investigación Karisoke, que trabaja desde hace ya medio siglo por la conservación de estos primates.
En el Parque Nacional de los Volcanes, mucho menos conflictivo que el vecino Parque de Virunga, viven 4 familias de gorilas perfectamente habituadas a la presencia de humanos. Tan solo se conceden 32 pases diarios para las visitas, como siempre en grupos de 8 personas, y no se puede pasar más de una hora con ellos.
Las caminatas para encontrarlos comienzan muy temprano y te llevan por un entorno espectacular, a través de bosques de bambú y selvas tropicales, donde también podrás observar multitud de aves y otros primates.
El Parque es un lugar extraordinario. Además de sus frondosas montañas, alberga 5 de los 8 volcanes existentes en las Virungas. Si vas a pasar varios días por la zona, no está de más aprovechar uno para visitar la tumba de Dian Fossey en la base del monte Sabyinyo o, incluso, para intentar subir hasta su cumbre.
La ciudad más cercana al Parque de los Volcanes es Ruhengeri. Desde Kigali hay autobuses y la carretera está pavimentada (todo un lujo si lo comparamos con otras zonas de Ruanda). El viaje no dura más de 2 horas.
Desde Ruhengeri hasta la entrada del Parque Nacional no se utiliza el transporte público, por lo que las opciones se reducen a alquilar un todoterreno o contratar la visita con una agencia, que es, sin duda, la opción más recomendable.
Ya sabes donde encontrar al gigante de África. ¿Te atreves ahora a ir en busca del mamífero más grande del continente europeo? Hazlo con esta actividad para fotografiar bisontes en Polonia.
Darwin lo tenía por un hombre con sobrepeso, pero lo cierto es que el gorila es la calma del bosque. No es un hippy ancho de hombros, sino una pacífica criatura que vive despacio porque en la selva, salvo para el guepardo, las prisas no son buenas. Un consejo: si lo tuyo es la noche de Ibiza, mejor no hagas este viaje.