Tras la estela de los 7 tesoros de la fauna en Doñana

La anarquía generada por el millón de aves que reposta en este apeadero natural es uno de sus atractivos. Otro es la presencia del más amenazado de los felinos, el lince ibérico, y de una de las más ilustres águilas, la imperial. Son solo un par de ejemplos de lo que significa la fauna en Doñana, el principal enclave natural andaluz, que fue cazadero real antes que Parque Nacional.

La catalogación le cuadra porque este ecosistema único, que abarca zonas de las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, es reconocido mundialmente por su gran riqueza ecológica. Riqueza que no es estacional. Cualquier época es buena para hacer una escapada de ecoturismo en esta zona. En verano por sus impactantes paisajes, en primavera y otoño por la vida en las marismas, en invierno por la luz.

Atardecer en Doñana

Elijas el período que elijas para visitarlo, Nattule te propone una cita con siete especies simbólicas de este Parque Nacional.

1. Los grandes depredadores: el águila imperial y el lince ibérico

Estas dos especies emblemáticas de la fauna ibérica encuentran en el interior de Doñana uno de sus últimos reductos poblacionales. Las zonas del Parque con matorral mediterráneo, brezo, lentisco y alcornoque, denominadas cotos y corrales, son su hábitat ideal. Es en estas zonas donde se hallan sus presas principales, liebres y conejos, que cohabitan con los grandes herbívoros de Doñana.

Águila imperial ibérica (fauna en Doñana)

Uno de los enclaves donde tienes más posibilidades de contemplar a estos iconos de la fauna en Doñana es la zona conocida como Coto del Rey y Matas Gordas. Mosaicos de pequeñas lagunas, como la del Sopetón, la del Acebuche o la de Santa Olalla, zonas de monte y claros arenosos será lo que verás a lo largo de tu itinerario.

La mejor opción para disfrutar de este sector es mediante una visita guiada con vehículos todoterreno, ya que es una zona que tiene prohibida la entrada de vehículos particulares en muchos tramos.

También es posible recorrerla a pie, pero esta segunda opción es más dura y hay menos posibilidades de avistar a los animales.

Lince ibérico (fauna en Doñana)

2. Avetorillo, el mago del camuflaje

Esta pequeña garza, especie singular de la fauna en Doñana, utiliza para construir sus nidos los carrizos de las marismas. De este modo, ha encontrado su hábitat ideal en los caños que surcan la desembocadura del río Guadalquivir. Suele establecerse allí en verano, entre los meses de abril y septiembre.

Avetorillo © Cándido Gómez Álvarez

El entorno del centro de visitantes José Antonio Valverde es un buen lugar para avistar estas aves. Se encuentra situado en la zona norte del Parque Nacional, y ofrece unas increíbles vistas hacia el lucio del Lobo.

Para llegar, pasarás por zonas exclusivamente de marismas que deberás atravesar por caminos estrechos y sin asfaltar, por lo que el uso del 4×4 se convierte en requisito casi imprescindible. Por esta razón, la zona no suele ser muy frecuentada por turistas. Sin embargo, es un paso obligado dentro de las rutas ornitológicas en Doñana.

Aunque más concurrido, el arroyo de La Rocina es otro lugar donde puedes encontrar al avetorillo. Los senderos que recorren el arroyo empiezan a apenas 300 metros de la aldea de El Rocío. Allí, dispondrás de varios observatorios de aves y un centro de interpretación.

Arroyo de la Rocina (fauna en Doñana)

3. La cigüeña negra, viajera esquiva

Doñana es una de las zonas de Andalucía con mayor número de ejemplares de cigüeña negra, un ave en peligro de extinción. La mayoría de ellas se encuentran en los márgenes de la desembocadura del Guadalquivir. En invierno es frecuente verlas en el entorno del Parque, en masas arboladas cerca de cursos de agua o zonas encharcadas.

Cigüeña negra © Cándido Gómez Álvarez

La cigüeña negra suele ser un ave huidiza, mucho menos confiada que su pariente blanca, por lo que tendrás que acercarte con cuidado y en silencio. La Dehesa de Abajo, zona de arrozales y marismas, es un enclave donde es fácil encontrarla.

Puedes llegar allí desde la localidad de Isla Mayor, de donde parte un sendero que se puede recorrer fácilmente en bicicleta. Si no quieres hacerlo solo, puedes unirte a esta ruta en bicicleta por las marismas de Doñana.

Dehesa de Abajo © Cándido Gómez Álvarez

También es posible que veas algún ejemplar de cigüeña negra en los alrededores del centro de visitantes José Antonio Valverde, otro de los lugares donde suelen ir a alimentarse.

4. En busca de la focha cornuda, la estrella del humedal

Hace unos años, la focha cornuda pasó por un momento crítico en el que estuvo cerca de su extinción en España. Para conseguir su reintroducción en la naturaleza se puso en funcionamiento el centro de reproducción de la Cañada de los Pájaros, en las inmediaciones de Doñana. Hoy es posible volver a verlas en libertad en las lagunas y las marismas del Parque Nacional.

Laguna Dulce y la laguna de Santa Olalla forman un espacio, entre los cotos y las dunas, que se mantiene con agua durante todo el año y donde podrás encontrarlas.

Focha cornuda © Xavier Idígora Planas

También es posible observarlas en el arroyo de La Rocina o en la laguna de El Acebuche, aunque su presencia es mínima. Este último es el punto de partida de las visitas guiadas a Doñana. Desde allí, se hacen recorridos en 4×4 por las marismas, hábitat habitual de la focha cornuda, y por el resto de los ecosistemas del Parque Nacional.

Vistas desde el centro de visitantes de El Acebuche

5. Cerceta pardilla, el pato singular

La cerceta pardilla es, junto con la focha cornuda, una de las especies más amenazadas de la fauna en Doñana. Y eso que hasta finales del siglo XIX era el pato más común de la desembocadura del Guadalquivir. Suele habitar en humedales con poca profundidad y mucha vegetación acuática. Hay un par de sitios así dentro del Parque donde puedes ir a buscarlas.

La mayoría de las parejas de cerceta pardilla que quedan en Doñana nidifican en las balsas de Veta la Palma, una finca situada entre los márgenes del río Guadalquivir y del Brazo de la Torre.

Puedes llegar allí en autobús desde Sevilla, para realizar un recorrido que comienza en la parte norte de la finca; o, mucho más original, disfrutar de un paseo en barco desde Sanlúcar de Barrameda y empezar el recorrido en la parte sur.

Cerceta pardilla

En los lucios de las Nuevas y de Vetalengua también es posible que las encuentres. Lo más fácil es buscarlas durante los recorridos en 4×4 que parten del centro de visitantes del Acebuche.    

6. La reina en la pajarera: la garcilla cangrejera

A la garcilla cangrejera la encontrarás sobre todo en la vera de Doñana. Esta es la zona que sirve de unión entre los ecosistemas del matorral y la marisma. La abundancia de vegetación hace que aquí se den cita multitud de especies animales. De hecho, constituye una de las zonas con mayor biodiversidad del Parque.

Pero sobre todo, la vera es conocida por el conjunto de grandes alcornoques en donde habitan centenares de aves, lo que le ha dado el nombre de la Pajarera de Doñana. El paso a esta zona está cortado salvo para fines investigadores, por lo que tendrás que contentarte con observar desde lejos. Sin embargo, es posible que veas a la garcilla cangrejera ir y venir desde los alcornocales hasta las marismas cercanas para buscar alimento.

Garcilla cangrejera durante la época nupcial © Cándido Gómez Álvarez

Cerca de allí, el lucio de las Gangas cobija también numerosos grupos de garcilla cangrejera en las ramas de los tarayes que lo rodean. Sea como sea, con esta actividad de avistamiento de aves en Doñana norte seguro que las verás.

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Doñana es Kenia con menos tensión en el ambiente. La lucha por la supervivencia se libra aquí a pequeña escala, con el lince y el conejo en el papel del león y el ñu. Lo que no resta interés a la visita porque, al fin y al cabo, el viajero que opta por este Parque Nacional no busca pelea.

Cuéntame tus experiencias en Doñana. ¿Cuántas de estas especies has conseguido ver?

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