Las islas desconocidas de Canarias: el paraíso natural del archipiélago Chinijo

Julia Campos
Julia Campos
Chinijo

Buscar el minimalismo en un viaje no es un moda, es una opción. Para determinados viajeros hay tanta vida en la calle 42 como en una pequeña cala del archipiélago Chinijo. Las mayores sorpresas surgen en los lugares menos conocidos. Por ejemplo, en estas 5 islas diminutas localizadas al norte de Lanzarote que no muestran a simple vista la grandeza que esconden.

Para descubrirlo, tendrás que venir a conocerlo.

La única forma de llegar es coger un ferry en el puerto de Órzola, un pueblecito del norte de Lanzarote. El barco te dejará en La Graciosa en 15 minutos. Esta es la única isla habitada del conjunto. Aun así, conserva más del 90% de su territorio virgen. Si te lo propones, puedes recorrerla descalzo por sus calles cubiertas de arena, pues no tiene carreteras asfaltadas.

Isla de La Graciosa (Chinijo)

Desde allí te será fácil conocer el resto del archipiélago, destino perfecto para una escapada de ecoturismo, en torno al cual se establece la mayor Reserva Marina de Europa. Más de 70.000 hectáreas de aguas cristalinas en las que deleitarte con su fauna.

Nattule te recomienda tres puntos de buceo que no debes perderte en Chinijo, además de dos alternativas fuera del agua. Aquí tienes las cinco:

1. Montaña Amarilla

El volcán Montaña Amarilla se alza junto a la playa de la Cocina, una pequeñísima cala de aguas turquesas localizada en el suroeste de La Graciosa.

Desde Caleta de Sebo, una de las dos poblaciones de la isla (la única donde podrás alojarte), parten varios senderos que te acercarán a esta zona y que puedes recorrer tanto a pie como en bicicleta.

Aunque la forma más fácil de llegar es en barco, sobre todo si acudes con tu equipo de buceo. Ten en cuenta que para bucear en cualquier punto de la Reserva necesitarás conseguir un permiso del Gobierno de Canarias.

Playa de la Cocina © César García

Al lado de la playa hay un cabo, la punta del Pobre, que se adentra en el mar. Cerca, aguas adentro, existe un veril que se va situando perpendicular a la costa. En su altura máxima llega a alcanzar los 20 metros de profundidad.

Entre las lascas de toja que forman esta pared vertical verás una enorme variedad de peces. Entre otros, puedes encontrar salmonetes, pejeperros y langostas canarias. Si eres un experto buceador y llegas hasta la base, observarás el modo en que repercuten las filtraciones de agua en la arena del fondo. Otro regalo de la naturaleza en La Graciosa.

Fondos marinos de La Graciosa © Jairo Díaz

2. Alegranza

Alegranza es la segunda isla en tamaño del archipiélago y el punto más septentrional del conjunto. No está habitada, lo que la convierte en un auténtico paraíso para las aves.

Cuando te aproximes con la embarcación, lo primero que te llamará la atención será la magnitud del volcán de la Caldera, cuyo cráter de 1’3 kilómetros ocupa buena parte de la superficie de la isla.

Cuando vayas a bucear, procura atracar el barco a una distancia prudencial y recuerda que si además quieres andar por Alegranza necesitarás autorización del actual propietario de la isla y no salirte de las veredas.

Isla de Alegranza desde Lanzarote (Chinijo)

Si buceas en estas aguas siéntete un privilegiado. Al haberse prohibido la pesca comercial, los peces se reproducen en esta área con facilidad. Encontrarás por ello una gran cantidad, tanto en número como en variedad. Las zonas someras son un hervidero de vida, pues se encuentran formaciones de algas en las que se cobijan muchas especies de peces, erizos y estrellas de mar.

Lábridos como el pejeverde o el pejeperro, peces difíciles de ver en otras zonas, y una especie de pez loro de llamativos colores conocido como vieja, abundan aquí. Cerca de los fondos arenosos encontrarás también a los salmonetes buscando alimento con sus barbillones táctiles.

Alegranza es un refugio único para muchas aves marinas, como el petrel de Bulwer y varias especies de paiños. Junto con las pardelas cenicientas forman numerosas colonias aprovechando las oquedades y formaciones rocosas para anidar durante los meses de verano.

La pardela, una de las mayores aves marinas, es una especie amenazada que se encuentra también en algunas islas del Mediterráneo y en la costa atlántica, donde constituye un verdadero tesoro de la naturaleza de Portugal.

Aves marinas en el archipiélago Chinijo © Ulises Viera

En la isla de Alegranza también es posible avistar algunas rapaces menos conocidas, como la lechuza y el cernícalo, que cuentan con subespecies endémicas de las Islas Canarias.

3. El Canal

A 25 metros de profundidad, entre la isla de Alegranza y el islote de Roque del Oeste, se encuentra esta plataforma continental que se hunde hasta los 40 metros. Entre las oquedades que existen en ella se cobija gran cantidad de fauna.

Si buceas allí podrás ver meros, abades y medregales. En los fondos que rodean al Roque destaca también la presencia del romero capitán o maragota, difícil de encontrar en otras partes del archipiélago.

Las gorgonias de colores rojos, blancos y amarillos aportan vistosidad a este espectacular paisaje marino.

Montaña Clara, Roque del Oeste y Alegranza © Jesús Salcines

4. Montaña Clara

Las aguas canarias se caracterizan también por dar cobijo a un gran número de cetáceos que, con un poco de suerte, podrás avistar durante un agradable paseo en barco. Las salidas se realizan diariamente y desde todas las islas. Si te apetece probar, puedes empezar por esta actividad para ver cetáceos en La Palma.

Desde el puerto de Órzola también salen excursiones en barco que realizan un recorrido bastante completo por todo el archipiélago. Los barcos se dirigen primero a la isla de Alegranza para después dirigirse a la pequeña isla de Montaña Clara. Este islote de origen volcánico destaca por su cráter de color amarillento, dado por las tobas que lo componen.

Montaña Clara desde La Graciosa © Alessandro Bovo

Al igual que ocurre con Alegranza, es de propiedad privada y la visita está prohibida sin autorización.

Durante la travesía, puedes tener la oportunidad de navegar junto a calderones y varias especies de delfines, como el delfín mular, el delfín común o el delfín listado. Los cachalotes pigmeos también son comunes, aunque es más difícil que los encuentres en la superficie. Hasta orcas se han podido ver a veces por sus aguas.

5. Haría

Además de los senderos que encontrarás en la isla de La Graciosa, hay otras muchas rutas para hacer a pie o en bicicleta por el norte de Lanzarote, en especial por los municipios de Haría y Famara, una de las zonas con más vegetación de la isla.

Puedes pasear por los alrededores de los coquetos pueblos de Guinate y Máguez o visitar el mirador del Río, que ofrece unas magníficas panorámicas. Desde allí puedes avistar multitud de aves, muchas de ellas protegidas por estar en peligro de extinción. Al igual que ocurre en Alegranza, algunas especies encuentran aquí uno de los pocos espacios del mundo donde nidificar.

Parapente en el macizo de Famara

Así, podrás observar a la pardela cenicienta o a la espectacular águila pescadora, conocida localmente como guincho. Otra ave de interés es el guirre o alimoche canario, subespecie endémica de Lanzarote. Esta zona, así como Alegranza, es  también uno de los últimos rincones donde se encuentran el halcón de Tagarote, el halcón de Eleonora y el escaso cuervo canario.

Además de estos habitantes alados, se pueden cruzar en tu camino algunos reptiles propios de esta tierra, como el lagarto de Haría y el perenquén majorero.

Halcón de Eleonora © Ignacio Luque

Si te ha gustado pasear por Lanzarote, piensa que tienes otras 6 islas por conocer y cada una tiene su encanto. No te pierdas esta actividad para recorrer el bosque de Los Tilos de La Palma.

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Ningún solitario opta por Tokio. Al viajero que no encaja entre la multitud le cuadra más el archipiélago Chinijo, cuyas 5 minúsculas islas son también la opción idónea de quienes tutean a la naturaleza sin dejar de tenerle respeto. Si piensas a lo grande, ven a lo pequeño.

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128 comentarios

    1. Totalmente de acuerdo, Mireia! A veces no nos damos cuenta de las maravillas que tenemos a nuestro alrededor. No hace falta irse muy lejos para encontrar islas paradisíacas.

  1. Hade años que no voy a La isla de La Graciosa, que tiempos, espero volver, era la tranquilidad absoluta , y entonces pueda que llegue hasta Alegranza. Hecho de menos las islas,

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