13 Inmersiones en Cabo de Gata: bajo el mar también hay vistas

Alber Moya
Alber Moya

El fontanero y el submarinista no tienen la misma opinión del agua. El primero vive de ella y el segundo muere sin ella. El submarinista naufraga en tierra firme, pero en las profundidades se siente tan seguro que es capaz de retar a la Sirenita en cien metros mariposa.

Cabo de Gata es el mayor espacio protegido marítimo-terrestre del Mediterráneo. La catalogación es merecida. Con una superficie de 50 kilómetros, esta costa acantilada es guapa por fuera y deslumbrante por dentro: su fondo marino es casi más bello que sus playas.

Bajo estas aguas encontrarás una gran diversidad de especies. Lo más granado de la fauna y flora mediterránea se concentra en este paraje, donde abundan las cuevas, las grutas submarinas y los arrecifes. Hasta un pecio adorna distinción a este paisaje marino.

Si lo tuyo son las actividades de aventura y el traje de buzo es tu segunda piel, en Cabo de Gata te enseñamos, de norte a sur, 13 playas y calas de Almería para encontrar mil maneras de mojarla:

1. Isla de San Andrés

Justo enfrente de la playa de La Puntica, en Carboneras, se alza la isla de San Andrés, de origen volcánico, catalogada como Monumento Natural. Se puede llegar a ella desde los puertos de Agua Amarga y Carboneras.

En realidad, es la suma de dos islotes, que atienden por Isla Grande e Isla Chica. En sus fondos marinos puedes encontrar meros, corvinas, sepias, pulpos y cangrejos. Pasean sobre las praderas de posidonia, césped del mar y fuente de vida.

Los más pequeños de la casa pueden conocer más sobre esta importante planta acuática con esta actividad de snorkel y ecoturismo en el Cabo de Palos.

Ten en cuenta que, para sumergirte en las oscuras aguas de San Andrés, necesitarás pedir una autorización a la Junta de Andalucía, ya que te encuentras en zona protegida. Ah, no te extrañes si durante tu visita avistas aves marinas, sobre todo a la hora en que meriendan.

2. Pecio Chocholita

Cerca de Carboneras, a una milla mar adentro desde la playa de Las Martinicas, puedes sumergirte para ver el Chocholita, un barco vapor destrozado por un huracán que truncó su travesía el 12 de abril de 1927. El barco o pecio descansa desde entonces sobre un lecho arenoso a unos 10 metros de profundidad.

Entre sus restos se han establecidos numerosos okupas marinos: pulpos, meros, abadejos y castañuelas entre otros.

3. Playa de Los Muertos

Que no te asuste el nombre, no vas a cruzarte con ningún figurante de The Walking Dead. La llaman playa de los muertos porque las corrientes marinas abandonaban en su orilla los cuerpos de los ahogados en los naufragios. Y, probablemente, también los cadáveres de las víctimas de los enfrentamientos con piratas procedentes del norte de África.

La playa de los Muertos es una de las más afamadas de Cabo de Gata. En algunos años, incluso, se ha llevado el título de ser la mejor playa de España. El acceso a ella, sin embargo, no es sencillo. Tendrás que dejar el coche en el aparcamiento habilitado en la carretera que enlaza Agua Amarga con Carboneras.

Desde allí, descenderás por una pendiente, algo abrupta, los 700 metros que median hasta el mar. Durante el descenso tal vez observes algún camaleón, o incluso perdices y zorros.

En las cristalinas aguas de esta playa, capaz de disputarle el título de Miss Trasparente a las del Caribe, encontrarás una gran variedad de especies animales y vegetales, ocultas entre cuevecillas y grutas.

Acércate hasta la roca del extremo de la playa, donde se concentran el mayor número de corales y plantas acuáticas.

Un consejo: no te sumerjas con viento de levante. Es peligroso.

4. Cala de Enmedio

Un sendero que parte desde el pueblo de Agua Amarga y desemboca en la cala de Enmedio. Ese es el camino que enlaza con esta playa, de estructura rocosa, formada por dunas fosilizadas esculpidas por las olas, en forma de lenguas que se adentran en el mar.

Sus fondos rocosos, muy ricos en biodiversidad, la convierten en el lugar idóneo para bucear.

Si te apetece, tras visitar el fondo marino, continúa por el mismo sendero hasta dos calas dignas de una visita: la cala de San Pedro, considerada una de las mejores calas de España, y la cala del Plomo.

5. Punta del Cuervo

En la cala del Cuervo, a media hora de la población de Las Negras, se encuentra esta pared de roca natural que alberga gran cantidad de fauna marina.

Para llegar, conduce por la carretera que sale desde el camping de Las Negras hacia el sur. Una vez allí, sumérgete con precaución y disfruta sin ella de las especies que se ocultan en sus fondos arenosos.

Si no te atreves a sumergirte por completo, también puedes disfrutar de una tranquila salida de snorkel en Las Negras para conocer la fauna que se mueve por la superficie.  

6. Cala del Carnaje

El Carnaje es una cala salvaje, despeinada, como recién levantada. Si te acercas a ella, no esperes encontrarte con fina arena sobre la que tumbarte a tomar el sol; sino más bien con rocas volcánicas y cantos rodados.

En cambio, habrá pocos bañistas y podrás sumergirte en total tranquilidad para admirar las praderas de posidonia bajo sus aguas.

Para llegar al Carnaje desde Rodalquilar tienes que tomar un desvío que sale a la derecha, en el que vienen señalizados tanto esta cala como el faro de la Polacra.

A mitad de camino la pista se bifurca; conduciéndote a la derecha hacia la Cala del Carnaje y a la izquierda hacia el faro de la Polacra. Este último tramo hacia el faro suele estar vallado, así que si quieres visitarlo tras el baño tendrá que ser a pie.

También a pie tendrás que recorrer los últimos metros hasta la cala. Pequeños grupos de palmeras te irán avisando de que estás cerca del agua.

La cala se encuentra presidida por el Cerro de los Lobos, sobre el que se alza una de las numerosas torres de Cabo de Gata.

7. Cala del Toro

Para llegar a esta cala tendrás que atravesar un auténtico bosque en el desierto.

La Cala del Toro se encuentra situada entre La Isleta del Moro y Rodalquilar. No se puede acceder en coche, así que tendrás que dejarlo en uno de los márgenes de la carretera, y continuar a pie por una rambla que discurre entre palmeras, pinos y palmitos.

En unos quince minutos habrás llegado al pequeño valle en el que se abre la cala, de arena fina y oscura. Sus fondos son el hogar de multitud de peces, entre los que destaca el mero.

A solo 750 metros del lugar donde has dejado el coche, se encuentra el mirador de La Amatista. Merece la pena acercarse hasta él para admirar las vistas de los acantilados sobre el mar de Cabo de Gata.

A lo lejos, avistarás el Cerro de Los Frailes, el más alto del Parque Natural, vestigio de un antiguo volcán.

8. Cueva del Francés

Esta cueva se encuentra a medio camino de la costa, entre La Isleta y San José. Sólo es posible llegar a ella en embarcación.

Es una de las rutas submarinas clásicas de los centros de buceo de ambas poblaciones.

En esta pequeña cueva, rodeada de pastos de posidonia, se esconden sargos, morenas, abadejos, pulpos, rascacios y lábridos. Llévate una linterna para alumbrar tu aventura.

9. Punta de La Isleta

Si te gusta la calma, observa la vida de los pescadores de Cabo de Gata en La Isleta del Moro. Este pequeño pueblo costero, de casas bajas y blancas, está ligado económicamente al mar, bien por la pesca, bien por sus dos centros de aprendizaje de buceo.  

La playa de La Isleta es opción ideal para los que quieren iniciarse en esta actividad. Sumérgete en La Punta, un espacio de posidonia, arena y roca, donde podrás encontrar bancos de alevines, morenas y congrios. Y si tienes suerte, hasta caballitos de mar.

Playa adentro, desde La Isleta del Moro, se encuentra la Piedra de los Meros. Esta impresionante roca de 26 metros de altura cobija a congrios, morenas, brótolas, abadejos y corvinas. Además de al pez que le da nombre.

La excursión se recomienda solo para buceadores de nivel avanzado, debido a su profundidad.

¿Quieres convertirte en uno de ellos? Consiguelo realizando este eco-curso de iniciación al buceo en aguas abiertas en Alicante.

10. Los Escullos

Desde la misma carretera que llega a La Isleta del Moro, puedes acceder a Los Escullos. Antes de llegar a la playa, desvíate a la derecha por el camino indicado en una señal.

El recorrido bajo el agua comienza por un pasillo en el que se ve, de un lado, un fondo rocoso, y de otro, un manto de posidonia.

Frente a Los Escullos se encuentra la Restinga de las Anclas, una pared de dos metros de altura, posiblemente formada como consecuencia del choque de dos placas.

Llévate la linterna y la cámara sumergible para fotografiar a meros, congrios, morenas y ermitaños. También al ancla que le da nombre, cubierta de posidonia.

11. Cala Higuera

Es una pequeña cala pedregosa, a la que se llega por un camino de tierra que parte del camping de San José. Carece casi de arena, lo que explica que no sea la preferida de los bañistas. Para los buceadores es, sin embargo, una opción ideal que les permite compartir fondo con abadejos, sargos y salmonetes.

También suele ser frecuentada por pescadores, que echan sus cañas al atardecer. Así que más te vale estar ya fuera del agua durante el crespúsculo.

12. Los Amarillos

A la cala de Los Amarillos puedes llegar a pie desde el aparcamiento de la playa de Genoveses.

Su nombre se debe al color que le otorgan las rocas volcánicas de los acantilados que la rodean. También se la conoce como playa de los Burros, debido a los peces ballesta que se alojan entre sus rocas.

Además de estos ejemplares, podrás encontrar meros, corvinas, brótolas, morenas, sepias y pulpos. También es posible que veas algún cangrejo ermitaño o gambas limpiadoras.

Al igual que en la playa de Los Muertos, debes tener cuidado en la inmersión por las corrientes.

13. La Media Luna

En la frontera del Parque Natural, junto al Cabo de Gata, encontrarás las playas más naturales de la zona.

La Media Luna es una pequeña cala con forma de cuarto creciente y fondos arenosos, lo que dificulta divisar la fauna. Aún así, no dejes de visitarla para admirar su paisaje desértico, modelado en dunas perfectas.

Para llegar sólo tienes que seguir a pie la misma pista de tierra que lleva a las playas de Genoveses y Mónsul.

Esta zona del Mediterráneo, pasado el cabo, empieza a conocerse con el nombre de mar de Alborán. No te pierdas la oportunidad de conocerlo a fondo con esta actividad de bautizo de buceo en el Cabo de Gata.

Qué carretera es la que lleva a Cabo de Gata

En el fútbol, el balón es más importante que Messi.  En el mar, la dorada es más relevante que el agua. Sin fauna, el mar no sería más que una bañera llena. Y nadie bucea en una bañera. El submarinista que elige la carretera que pone rumbo a Cabo de Gata sabe que su fondo marino es la sabana del Mediterráneo.

¡Anímate y cuéntanos lo que ves!

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