Paseos en globo en Turquía: 7 experiencias que te harán ir ya

Julia Campos
Julia Campos
Capadocia

¿Por qué deberías hacer este viaje en globo? Pues, como le dice el padre al hijo adolescente: porque lo digo yo. Parece un argumento autoritario, pero es que yo lo digo porque no quiero que te lo pierdas. Ten en cuenta que Turquía, avistada desde el cielo, es un espectáculo grandioso.

No es de extrañar que, según la leyenda, fuera un turco, Hezarfen Ahmet Çelebi, quien en el siglo XVII inventara un artilugio para tratar de ser la primera persona del mundo en volar. Tenía claro que merecía la pena. De hecho, Turquía es uno de los mejores destinos turísticos del mundo para recorrer en globo aerostático.

Y, dentro de Turquía, Capadocia es la perla de la estratosfera. Esta región del centro del país combina paisajes de ensueño con unas condiciones óptimas para el vuelo durante todo el año.

Paseos en globo por Turquía: 7 brutales experiencias

Te doy 7 razones por las que no deberías perderte esta experiencia:

1. El amanecer sobre Göreme

Madrugar es preceptivo, claro, pero te alegrarás de hacerlo. Los amaneceres en el Parque Nacional de Göreme atraen diariamente a miles de personas, que se concentran en este enclave para observar una escena grandiosa. Tú, además, la verás desde arriba. Al elevarte, aún en penumbra, el silencio, solo roto por el rugido de las llamas que inflan el globo, es uno de los protagonistas de la subida.

El otro es el color: cuando el sol emerge tiñe el cielo de tonos grisáceos, azules y rosas.

Los primeros rayos descubrirán ante ti las tortuosas formas del paisaje de Capadocia. Una vez en lo alto, y antes de dirigir tu mirada hacia el suelo, tómate un minuto para contemplar a tu alrededor las decenas de globos que comparten con el tuyo esta maravillosa experiencia.

Amanecer en el Parque Nacional de Göreme

2. El volcán Erciyes, origen de Capadocia

El punto de referencia desde lo alto es el volcán Erciyes, el pico más alto de Anatolia. Desde cualquier lugar de Capadocia puedes distinguir la silueta de esta montaña. El volcán hiberna, mientras que tú, completamente despierto, entiendes por qué Capadocia es una de las regiones más visitadas de Turquía.

En la erupción de este volcán hace millones de años se encuentra el origen de la peculiar orografía que se extiende bajo tus pies. La lava que desprendía cubrió toda la región y, con el paso de los años, el agua y el viento esculpieron los valles con sorprendentes formas.

El volcán Erciyes domina el horizonte

Si no eres de los que madrugan y prefieres tomar el vuelo al atardecer, te perderás la aurora, pero, para compensar, observarás que el volcán ha sustituido su color primigenio por un tono anaranjado.

3. Los paisajes lunares

Capadocia parece un lugar idóneo para alunizar. Su paisaje lo debería adquirir Cabo Cañaveral para que los aspirantes a cosmonautas hicieran las prácticas. Entre las formaciones rocosas se extienden valles cortados a cuchillo y barrancos de curiosas formas y colores. Un buen ejemplo de ello es el valle Güllü Dere, conocido como valle Rosa por las tonalidades de las rocas que lo forman.

Globos flotando sobre el valle Rosa

Desde allí se divisa, a lo lejos, el valle de Ihlara, que, enclavado entre los montes Hasan y Melendiz, es un hallazgo para los ojos. En este acantilado surcado por el río Melendiz se ocultaron los primeros cristianos perseguidos por el imperio romano. Muchos de los templos que construyeron  pueden ser visitados aún hoy.

4. Las chimeneas de hadas

Según la leyenda, un hada se enamoró de un ser humano y, como castigo, todas quedaron confinadas en unas rocas cuneiformes, hoy conocidas como chimeneas de hadas. En realidad, se trata de pilares de piedra esculpidos naturalmente por la acción del agua y el viento.

El valle del Amor es uno de los lugares de referencia para quienes buscan estas estructuras. Y la mejor forma de observarlas es desde el aire. El vuelo por este valle, cuyas chimeneas alcanzan los 40 metros de altura, es de los más populares en Capadocia.

Chimeneas de hadas en el valle del Amor

Desde tu privilegiada posición, a más de 1.000 metros de altura, los juegos de luces y sombras sobre el valle forman una estampa maravillosa.

5. Göreme y Ürgüp, ciudades enclavadas en la roca

La naturaleza es una buena madre. En Capadocia se confirma este aserto. Por ejemplo, los huecos excavados por la acción natural en las rocas son aprovechados desde hace miles de años por los habitantes de la región para utilizar como templos, viviendas o espacios para animales.  

Desde el aire, ciudades como Göreme y Ürgüp, en las que las formaciones rocosas se mezclan con otros edificios más modernos, generan un entorno realmente único. Cuando vuelvas a tener los pies en la tierra, no dejes pasar la oportunidad de dormir en el interior de alguna de estas casas cuevas, que han sido habilitadas como hoteles.

Las casas cuevas de Göreme

6. Las fortalezas de Uçhisar y Ortahisar

Cerca de Göreme está ubicada Uçhisar. Esta ciudad, situada en el punto más alto de la región, cuenta con una fortaleza desde la que se domina el horizonte. La fortaleza es un entramado de salas y pasadizos excavados en la roca.

Debido a problemas de erosión, algunas zonas de la ciudad no pueden ser visitadas a pie, por lo que es a vista de pájaro la mejor manera de apreciar sus rincones y paisajes. Desde el globo contemplarás una panorámica de ensueño: una ciudad llena de historia y cultura rodeada de un paisaje especial.

La ciudad de Uçhisar y su fortaleza al fondo

A medio camino entre Uçhisar y Ürgüp se encuentra Ortahisar. Es una desconocida ciudad que apenas figura en los mapas turísticos. Se prohibió el paso en 2004 por derrumbamientos. Desde entonces han sido restauradas numerosas edificaciones y hoy es nuevamente visitable.

En las salidas en globo que se organizan para conocer su entorno observarás la imponente fortaleza que corona la ciudad, con aspecto de un termitero gigante.

Tendrás unas increíbles vistas de la plaza principal, de sus precipicios, del laberíntico entramado de calles adoquinadas, típicos mercadillos y sus refinados edificios que se distribuyen por el casco como una anárquica colmena.

Globo flotando junto a la fortaleza de Ortahisar

7. Capadocia bajo la nieve

La mayoría de las personas que visitan la región de Anatolia escogen el verano como la mejor época para hacerlo. Sin embargo, los viajes en globo pueden realizarse durante casi cualquier mes del año, siempre que el viento lo permita.

Sobrevolar Capadocia en invierno tiene al menos un par ventajas: menor precio y menos masificación.

La imagen nevada de Capadocia es otro atractivo. Si observas la carretera que parte de Göreme hacia el norte, distinguirás un valle repleto de viñedos y campos de cultivo; una imagen que con la caída de la nieve se llena de encanto. Entre los viñedos se encuentra ubicado Cavusin, pequeño pueblo de casas cortadas en la roca.

Más lejos de los acantilados que coronan esta población divisarás el valle de Zelve. En invierno, la nieve facilita el contraste con las chimeneas de hadas y los tonos rojizos de este valle.

Valles de Capadocia nevados

Quien no tiene los pies en la tierra es porque tiene la cabeza en las nubes. Viajar en globo es una buena opción para idealistas. El turista de sombrilla es una persona pragmática, que sabe que la arena no le va a dar ninguna sorpresa. Pero quien escoge la vida sin sorpresas no supera las 60 pulsaciones por minuto. Pocas para quienes sobrevuelan Capadocia. En Turquía la taquicardia es buena para la salud.

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2 comentarios

  1. Explorar Turquía desde las alturas en un globo aerostático es una experiencia mágica. Para vivirlo al máximo, es recomendable contratar una agencia de viajes que organice este emocionante paseo y brinde un servicio completo y seguro. ¡Un viaje inolvidable garantizado!

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