De trekking hasta Annapurna: cómo llegar (y volver) paso a paso

Ignacio Luque
Ignacio Luque

La tila del mundo. Una bañera llena de espuma con Sinatra de fondo. Un día en el que nada te duele. Eso es Nepal, el país de los ochomiles. El Himalaya no es una cadena montañosa, sino el prospecto de la naturaleza. Si sigues las indicaciones recorrerás sus senderos con la vista puesta en los picos. En Nepal andar cabizbajo es la peor de las opciones.

Vistas del Machapuchare desde Pokhara

En la plaza de San Marco lo que apetece es sentarte a tomar café, pero en Venecia no hay una montaña que te espera. El Himalaya es desde 1950 un reclamo irresistible para los alpinistas que buscan coronar alguna de sus emblemáticas cimas y también para senderistas XL que no se contentan con los destinos de ecoturismo de siempre.

El trekking al Annapurna Base Camp (ABC) es uno de los trekkings más importantes de Nepal. También uno de los menos complicados, aunque no está recomendado para quienes no se han licenciado en esfuerzo.

Desde la ciudad de Pokhara, tardarás 6 días en alcanzar el campo base. Nattule te propone un apasionante viaje de ida y vuelta en 9 jornadas a través de estas míticas montañas.

De ruta hasta Annapurna: Cómo llegar (y volver)

1. Camino al pintoresco Landruk  

Primero deberás conseguir los permisos para entrar en el Área de Conservación del Annapurna y la tarjeta TIMS expedida por la Asociación de Agencias de Trekking de Nepal en la oficina de turismo de Pokhara. Después, dirígete en un vehículo al punto de partida del circuito, Phedi. El taxi es la mejor de las opciones.

Desde este minúsculo poblado comenzarás a subir por unas escaleras hasta el pueblo de Dhampus, situado a 1.750 metros de altitud. De vez en cuando, haz un alto para disfrutar de las maravillosas vistas.

Vistas hacia el Himalaya desde Dhampus

Las cumbres de los colosos que te rodean parecen cercanas, pero nada más lejos de la realidad. El ascenso te llevará unas dos horas y conviene estar en forma, pues las pendientes son bien pronunciadas. Presta atención a la manera de caminar de los lugareños. Imitarlos te ayudará a superar estas laderas repletas de peldaños.

El sendero continúa hasta Pothana (1.990 metros), uno de los lugares habituales de paso de los senderistas. Aunque la subida te fatigue, el paisaje que se divisa desde la meta merece la pena. Desde Pothana podrás deleitarte con las vistas de los picos del Annapurna Sur, Machapuchare, Hiunchuli y Lamjung Himal.

Pothana

Tras pasar Pothana, afrontas una fuerte bajada hasta Bichok por medio de un bosque de rododendros, flor nacional de Nepal; y después, cientos de escarpados escalones en la roca para llegar a Tolka.

Muchos senderistas terminan esta jornada allí, pero si haces un esfuerzo adicional puedes llegar a Landruk, un pintoresco pueblo enclavado en la ladera de la montaña desde el que puedes contemplar el valle del río Modi. Merece la pena un paseo por las calles de pizarra de este poblado habitado por descendientes de mongoles de la etnia gurung.

2. Despacio hasta las termas de Jhinu Danda

En dos días no vas a aprender nepalí, pero debes de memorizar una palabra clave: bistari. Significa despacio. Es recomendable que empieces a caminar como un anciano si quieres alcanzar tu destino con ganas de más.

Desde el precioso valle donde te encuentras toma el camino hacia el norte que se dirige al santuario de Chhomrong. El otro sendero te lleva hacia Ghandruk, situado en el lado opuesto del río Modi.

El camino está flanqueado por colinas salpicadas de campos de arroz. Si eres afortunado y el día apunta soleado podrás apreciar el impacto de la luminosidad en el paisaje.

Campos de arroz en el valle del Modi

Atravesarás pequeños bosques mientras desciendes hasta el cauce de nuevo.

El sendero discurre paralelo al río. Varias veces tendrás que atravesar sus entabladas y resbaladizas pasarelas flotantes hasta llegar a Jhinu Danda.

En Jhinu puedes optar por visitar una de sus casas de té y disfrutar de las vistas de los campos de cultivo o bañarte en lo que los nepaleses llaman tatopani, que significa agua caliente. Se trata de unas aguas termales, gratuitas, idóneas para después de la caminata.

3. El bosque de rododendros: Sinuwa

Tras relajarte en las aguas de Jhinu Danda, te espera otra maravillosa jornada hasta Chhomrong. El ascenso te llevará aproximadamente hora y media. Chhomrong es un pueblo importante, con varios alojamientos de madera, restaurantes con vistas al Annapurna y el Machapuchare, y una oficina a la deberás acudir para sellar tu permiso.

El camino atraviesa el pueblo. Tienes que subir alrededor de 3.000 escalones para cruzar el río y encarar el ascenso hasta Sinuwa. En esta zona, que discurre por bosques de rododendros tapizados de helechos, el sendero está bastante transitado.

Chhomrong

Además de con senderistas, te cruzarás con porteadores, burros, búfalos e incluso niños que se dirigen al colegio.

4. Entre bosques de bambú

A partir de Sinuwa hazte a la idea de que los alojamientos y las comodidades comenzarán a escasear. Lo habitual en estas zonas remotas es pernoctar en cómodas colchonetas en el suelo del comedor o improvisar una pequeña acampada.

El camino en esta zona es fácil de transitar y bonito de ver. Ascenderás suavemente entre bosques de bambú hasta atravesar los poblados de Kuldihar, Bamboo y, finalmente, la pequeña aldea de Dobhan. A media hora de Dobhan, junto a una impresionante cascada, se alza un pequeño santuario hogar de Panchhi Baraha.

Mantén los ojos abiertos, pues es posible que te cruces en tu camino con algún mono langur gris de Nepal. Y, si la fortuna te sonríe, con algún ejemplar de panda rojo, presente en el Área de Conservación del Annapurna. A esta especie también la encontrarás en el vecino Tibet, siendo uno de los animales más destacados de China.

Panda rojo de Nepal

Después, debes subir unos durísimos repechos hasta alcanzar el Himalayan Hotel. En este tramo del camino las zonas arboladas desembocan en calveros, lo que incrementa la sensación de inmensidad que genera el entorno.

5. La montaña sagrada: el Machapuchare

Cuando dejes atrás el Himalayan Hotel empezarás a ascender por un terreno más árido que el precedente que se dirige hacia el Machapuchare Base Camp, situado a 3.100 metros de altitud. En este tramo del camino hay en ocasiones riesgo de avalanchas, así que infórmate bien sobre las condiciones del sendero antes de salir.

Una hora después de haber salido del hotel, llegarás a la cueva de Hinku, lugar de referencia para las expediciones de montaña y, en ocasiones, para los monos langures. Desde allí, si sigues la ruta que pasa por Deurali, es posible encontrarse con pequeños santuarios.

Al cabo de unas tres horas habrás llegado al campamento. El Machapuchare es una montaña sagrada para los nepalíes por tratarse de la morada de Shiva. Desde los años 50 está estrictamente prohibida la escalada.

Vistas del Machapuchare desde Annapurna

Las vistas son espectaculares. Puedes observar los montes Hiunchuli, Annapurna Sur, Annapurna I, Annapurna III, Gandharva Chuli y Gangapurna. En estas zonas recónditas está presente el leopardo de las nieves, además de su principal presa, el bharal o carnero azul del Himalaya.

Antes de encarar la última subida del trekking al Annapurna Base Camp conviene pasar la noche aquí para aclimatarse a la altitud y evitar el mal de altura. Si el tiempo está despejado, te recomiendo que salgas en mitad de la noche a recrearte con el firmamento.  

El leopardo de las nieves es el felino más emblemático de Nepal. El de España es el lince. Conócelo con esta actividad para observar al lince ibérico en Andújar.

6. Barranco hacia las puertas del Annapurna

Ya solo te separan una hora y media de caminata hasta tu destino. Aún así conviene madrugar, pues merece la pena disfrutar del amanecer en estos parajes, cuando las cimas de las montañas se tornan en tonos anaranjados.

Aquí, el valle se estrecha para dar lugar a un barranco empinado hasta atravesar las puertas del santuario de Annapurna, formadas por Hiunchuli a la izquierda y Machapuchare a la derecha.

Al pasar el cartel amarillo que te da la bienvenida al Annapurna Base Camp (4.130 metros) aparece ante ti la espectacular visión de los picos de algunas de las montañas más altas del mundo.

Annapurna Base Camp (4.130 metros) Himalaya, Nepal

Después, toca emprender el camino de vuelta hacia Dobhan. Si el cielo está despejado, un espectacular paisaje te acompañará en el descenso.

7. Una merecida cena tras el esfuerzo

Tras dos días a más de 4.000 metros de altitud, rodeado de cumbres nevadas, glaciares e inmensidad y donde las condiciones y la falta de oxígeno se imponen, tendrás una percepción más completa de esta zona tan llena de contrastes.

Los espacios abiertos de las cumbres darán paso a umbrías arboledas repletas de plantas colgantes, musgos y orquídeas en tu regreso al valle del Modi. Aquí no hay cabida para otro color que no sea el verde.

Arboledas camino al valle del Modi

Después de haber puesto a prueba tus rodillas en las pendientes y el caminar sobre piedras sueltas de la subida al Annapurna casi echarás de menos los escalones de piedra y la bajada te resultará llevadera. Esta jornada te llevará hasta Chhomrong, a 2.170 metros, después de pasar de nuevo por los poblados de Bamboo y Sinuwa.

En Chhomrong podrás tomar un té, beber una cerveza o cruzarte por estos caminos con grupos de colegiales ataviados con uniformes de herencia inglesa, que vienen o van a la escuela. También ducharte con agua caliente. Hay restaurantes con variada carta para cenar y buenas habitaciones para descansar.

8. Las terrazas de Ghurjung

Desde Chhomrong, en lugar de tomar el camino hacia Landruk que hiciste en la ida, puedes coger el sendero que parte a la derecha y que se adentra en el valle del río Kyumun. Un poco más adelante, vuelves a tener dos opciones. La primera de ellas te llevará unas 4 horas, a través de laderas boscosas hasta Ghurjung, un pequeño poblado asentado sobre terrazas en la linde del río. Continuando encontrarás otros poblados, Tadapani y Bhaisikharka, finalmente tras un suave ascenso divisarás Ghandruk.

Terrazas de Ghurjung

La segunda opción es tomar un desvío a la izquierda para el cruzar el río por Kimrong Danda, lo que acortará bastante el camino hasta tu destino.

Ghandruk es un bonito pueblo colgado en la ladera de la montaña, con varios monasterios y un antiguo museo de la cultura gurung que puedes visitar en el tiempo libre de la tarde.

Macizo del Annapurna desde Ghandruk

9. Regreso a la ciudad del gran lago: Pokhara

Lo que resta es una bajada, que te acerca de nuevo al cauce del Modi, aunque en este último tramo irás por la margen contraria a la de los dos primeros días. Recuerda lo que has vivido en estos días mientras desciendes.

Un puente sobre el río y un tramo de escaleras te llevan hasta Naya Pul: tu destino. Aquí podrás recobrar fuerzas y examinar cómo andas de sosiego. Seguro que mejor que cuando partiste. Desde esta población, un vehículo te dejará de nuevo en Pokhara, principio y fin de tu aventura.

Lago Fewa, Pokhara

No hay mayor sensación de superación que alcanzar una cima con éxito. Para que puedas volver a disfrutar de esa emoción te proponemos esta actividad de ascensión al monte Toubkal en Marruecos.

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Un proverbio oriental afirma que cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo. En Occidente sabemos que el dedo es más importante que la luna. Las montañas de Nepal no serían tan bellas sin tus ojos ni tan duras sin tus piernas. Ninguna cima es comparable a un sherpa.

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