Visto desde lejos, un pinsapar es el atrezo de un cuento de Andersen. Visto de cerca, es una franquicia de la Navidad.

¿Quieres verlo?

Seguro que la flora no encabeza tu lista de propuestas de ecoturismo, pero cambiarás de opinión. Entre España y Marruecos hay siete bosques de pinsapos tan bellos que te harán preguntarte por qué no estudiaste botánica. Ya no importa, claro. Además, aunque seas ingeniero de minas, profesor de instituto o maestro albañil tienes la oportunidad de disfrutar con Nattule de esta original especie vegetal enraizada en las cordilleras andaluzas.

Dónde ver pinsapares en España

El pinsapar, ecosistema único en el mundo, se localiza en Cádiz y Málaga, además de en una zona muy concreta de Marruecos. Aquí te explico los siete pinsapares que puedes visitar:

1. Pinsapar de la sierra de Grazalema

El pinsapar de la Sierra del Pinar, de 300 hectáreas de extensión, es el más conocido de cuantos hay en España. Es una extensa masa abetos, aderezada con robles y moteada de arces.

El bosque de pinsapos tapiza la totalidad de la ladera norte, donde hay abetos de todos los tamaños y de todas las edades. El factor común es su excelente estado de conservación, lo que lo hace único.

Ahora querrás saber cómo llegar.

Es fácil, desde el municipio de Grazalema te desvías de la A-372 a CA-53 hasta alcanzar la señal que indica el sendero del Pinsapar. Aquí te topas con una valla. Para franquearla hace falta conseguir un permiso. El salvoconducto te permitirá alcanzar la máxima altura de la ladera, desde la que tienes unas vistas espectaculares del pinsapar.

Te evitarás los trámites administrativos si contratas una visita organizada, como esta ruta que recorre la Sierra de Grazalema.

La dificultad de la ruta es media. Comienza con un desnivel significativo en el primer tramo y continúa con un descenso suave y prolongado a través del pinsapar hasta llegar a Benamahoma (del árabe ibn Muhammad, “Hijos de Mahoma”).

No olvides que necesitarás un vehículo al final del recorrido en Benamahoma, aunque no tiene por qué ser un coche. Además de para ver pinsapos, la Sierra de Grazalema es un magnífico lugar para comenzar una travesía en BTT por los parques naturales de Cádiz.

2. Pinsapar de la Sierra de las Nieves

La Sierra de las Nieves alberga la mayor población de pinsapos de la Península Ibérica. Se expande por 2.000 hectáreas repartidas por los municipios de Parauta, Tolox, Ronda y Yunquera. En este Parque Natural, que en breve ascenderá a Parque Nacional, la máxima graduación medioambiental, los pinsapares se agrupan junto a los senderos balizados y caminos.

Uno de los mejores ejemplos de pinsapar es el del Puerto Saucillo, en Yunquera, que flanquea un sendero circular y fácil de transitar. Si te lo tomas con calma, el trayecto se recorre en unas 4 horas. Puedes comenzarlo en el mirador natural de este puerto y después alcanzar el pico más alto de Málaga, el Torrecilla.

Disfrutarás mucho más del camino si lo realizas acompañado de un guía local que te explique todo lo que ves, como en esta actividad en busca del pinsapo Candelabro, una de las joyas del pinsapar de Puerto Saucillo.

Otra es el pinsapo de la Escalereta, Monumento Natural que da nombre a una segunda ruta circular, más corta.

Más arriba está el pinsapo del Puntal de la Mesa, también llamado “El Pulpo”. Tiene 300 años y los achaques propios de la edad, pero aún es un majestuoso ejemplo de supervivencia.

3. Otros pinsapares de la Serranía de Ronda

Además de las tres grandes poblaciones descritas, en varios municipios de la serranía de Ronda aparecen pequeñas manchas dispersas de pinsapar. Los municipios que albergan estos viejos bosques de pinsapos son Istán, Monda, Ojén y El Burgo.

Aparte de pinsapos, puedes encontrar otras especies, como el Castaño de Istán, árbol singular, del que dicen que bajo su sombra el mismísimo Rey Fernando el Católico celebró una misa.

Una ruta para visitar los pinsapares se inicia en el camino que enlaza San Pedro de Alcántara con Ronda. Tienes que transitar el Parque Natural de la Sierra de las Nieves en dirección al área recreativa Los Quejigales, situada a 15 kilómetros de la salida.

El itinerario, semicircular, alcanza la cañada del Cuerno, donde encuentras el primero. Después, recorres el puerto de los Pilones y el Torrecilla. Tienes la opción de volver por el mismo camino o bien por la cañada de las Ánimas, donde pasarás por otro añoso pero impresionante bosque.

No te pierdas esta ruta de los pinsapos para seguir conociendo los pinsapares de la Sierra de las Nieves.

4. Pinsapar de los Reales de Sierra Bermeja

En Sierra Bermeja, a sólo 15 kilómetros de Estepona, se encuentra la tercera población natural de pinsapos de Andalucía.

Es un pinsapar menos extenso, pero más original porque se alza sobre el mayor afloramiento de roca peridotita del mundo. Estas rocas, de color rojizo y origen magmático, dan lugar al desarrollo de suelos con presencia de metales pesados, lo que dificulta el desarrollo de las especies vegetales.

No importa. Como en España, según Cela, el que resiste, gana.

Las características de la tierra motivan que en esta sierra exista una elevada exclusividad. Estos pinsapares, junto a otros menores y dispersos en otros puntos de Sierra Bermeja, en especial el de Cerro Abantos, constituyen las únicas poblaciones sobre rocas peridotitas.

Aunque de pequeña extensión, este pinsapar quizá sea uno de los más conocidos y visitados por el público debido a su cercanía a la costa, y a que fue el primer pinsapar que Edmond Boissier, descubridor de la especie para la ciencia, visitó en 1837. Para llegar hay que acceder por la carretera MA-557 hasta el Pico de los Reales. Dos kilómetros después, una curva muy cerrada inicia el sendero señalizado de una hora de duración, conocido como el “Paseo de los pinsapos”, que atraviesa el bosque en una ruta circular.

También puedes recorrer la ruta de Los Realillos que enlaza con la anterior y alcanzar el Mirador de Salvador Guerrero, desde donde, en días despejados, se observa el Rif y Gibraltar.

5. Pinsapar fuera de su distribución natural: Granada

Es diminuto, pero vale la pena visitarlo.

Es un pinsapar de apenas tres decenas de árboles repartidos en media hectárea de terreno. Su plantación se llevó a cabo de manera experimental en los años 60, dentro del Parque Natural de la Sierra de Huétor, en el barranco de la Umbría.

© Nacho Nuñez, exposiciononline.es

Actualmente esta población se encuentra en buen estado de conservación y está catalogada como arboleda singular.

6. Pinsapar fuera de Andalucía: Orcajo

El más importante pinsapar fuera de Andalucía se encuentra en el municipio aragonés de Orcajo (Zaragoza).

Data de principios del siglo XX, cuando se llevó a cabo exitosamente en esta localidad una plantación de pinsapos.

En el monte “Fuentes del Villar” disfrutarás de unas magníficas vistas, primero de la cuenca de la Laguna de Gallocanta y después de las solanas del Valle del Jiloca, con sus famosas ramblas.

7. Pinsapar del Parque Nacional de Talassemtane: Marruecos

Este pinsapar, el más extenso y mejor conservado del mundo, forma parte de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo.

Puedes acceder por Chefchaouen o por Bab Taza. Desde Chefchaouen, un camino adyacente al Hotel Atlas, enlaza con Azilane. El pinsapo es la especie que define esta ruta.

Ya sabes, el pinsapo no es un árbol de sol y playa. No lo vas a ver a la hora de la cerveza cerca de un chiringuito ni por un paseo marítimo mientras corres a media mañana, pero merece la pena una visita a su jardín.

Escríbeme si tienes dudas sobre dónde encontrarlo.