De Ronda a Algeciras: una travesía en BTT por los Parques Naturales de Cádiz

El sur de España es una tierra que merece ser conocida en bici y sin reloj. Si eres un entusiasta del manillar y de las actividades en la naturaleza, prepara un equipaje ligero para recorrer algunos de los paisajes más espectaculares y menos conocidos de Andalucía, los Parques Naturales de Cádiz.

Las rutas en bicicleta de montaña asustan con razón a quienes no se llevan bien con el sobresfuerzo. Pero no es el caso de la que te invitamos a hacer, cuyo recorrido es apto para cualquiera con espíritu aventurero. Si eres uno de ellos, estás capacitado para recorrer el itinerario que conecta el Parque Natural de Sierra de Grazalema con el Parque Natural de Los Alcornocales, dos paisajes únicos situados entre Cádiz, Málaga y el estrecho de Gibraltar.

El río Hozgarganta recorre las selvas de Cádiz © Jimenato 06

Enlazar la ruta del Toro con la ruta de los Pueblos Blancos en etapas en plena naturaleza es una magnífica opción de viaje. Sobre todo en otoño, dada la suavidad de la temperatura. Si además llueve, cada etapa es un gozo.

Para recorrer este singular oasis mediterráneo, Nattule te propone una espectacular travesía en bicicleta de montaña para hacer en siete etapas:  

1. De Ronda a Grazalema, las puertas de la Serranía

Qué mejor lugar para comenzar este tour que Ronda, una de las vías de entrada a los Parques Naturales de Cádiz. Los rincones que esconde esta población malagueña, su historia y su ubicación la convierten en una de las ciudades más bellas de Andalucía. Puedes comenzar esta jornada a media mañana, puesto que el primer contacto con la bici es bastante asequible y no hay que pedalear mucho para llegar a Grazalema, de la que solo te separan unos 28 kilómetros.

Una vez que has repuesto fuerzas con un desayuno serrano y revisado el equipaje, prepara agua y un bocado para el camino.

Ronda, punto elegido para comenzar este tour © Luís Pinto

Desde la estación de tren, dirígete al acceso de la carretera que conecta con Montejaque, la A-374.  Encontrarás el GR7-Camino Viejo de Ronda y ya estarás pedaleando en pleno Parque Natural de Grazalema. Las moles calizas de la sierra de Mures serán tus acompañantes buena parte del camino y al rodearlas comenzarás a bajar hacia Montejaque. Tras dejar atrás la ermita de la Escarihuela, y tras un vertiginoso tramo de curvas, llegarás a la villa de Montejaque. Es posible que este tramo de bajada hacia el pueblo esté en malas condiciones así que prepara los frenos, tómalo con calma y disfruta de la bajada.

Cuando llegues al enclave donde se localiza Montejaque, comprenderás porque se le conoce como el Pueblo Escondido: una pequeña villa protegida por grandes peñones de roca. No debes perderte el sistema de cuevas del Hundidero y del Gato, catalogado como Monumento Natural, que está a menos de 4 kilómetros de la villa, muy cerca del pueblo de Benaoján. Podrás conocerlas de primera mano con esta actividad guiada por las cuevas de la Serranía de Ronda.

Cueva del Gato © iRobson

Desde Montejaque continúa por el GR7, cruza la carretera MA-8403 y coge el desvío a la izquierda. Esta parte del camino discurre por la cañada real de Campobuche. Una curiosidad de este paraje es el intento de construcción del embalse Montejaque, que en los años 20 llegó a ser la presa de muro de bóveda más grande de Europa.

El cauce del río Campobuche se estrecha a medida que te aproximas a Grazalema y las orillas despejadas dan paso a espesuras de quejigos, encinas y arbustos de ribera.

Grazalema, una bella localidad de estas serranías © Carlos Javier García

La villa de Grazalema es otra población cargada de historia de estas serranías y un lugar perfecto para pernoctar.

2. De Grazalema a Jimera de Líbar, un capricho de la geología

En esta etapa vas a poder disfrutar de uno de los enclaves más famosos de la Sierra de Grazalema. Deberás dirigirte a la A-372. A pocos metros sale un desvío a la derecha que te llevará a la cañada de las Diez Pilas.

Llegarás al mismo pie de las peñas de los Lajares y verás un antiguo cruce de caminos junto al arroyo de los Álamos. Estás en el paraje conocido como los Llanos del Republicano: unas planicies que son un capricho geológico. A la derecha queda la sierra de Peralto, con unos alcornocales y brezales casi impenetrables, y a tu izquierda las caprichosas formaciones geológicas de la sierra de Líbar y Mojón Alto. Este paraje esconde un tesoro subterráneo de galerías y simas como la del Republicano y la del Cabo de Ronda, un espacio idóneo para los amantes de la espeleología.  

Las planicies de Llanos del Republicano © Patricia

A partir de aquí podrás enlazar con la cañada real de los Bueyes de Ronda que te llevará hasta la encrucijada con la colada de la Plaza de Toros. Aquí tienes dos opciones: dirigirte hacia Villaluenga y a Ubrique y finalizar allí tu etapa, o bien tomar el camino hacia el puerto del Correo y los Llanos de Líbar. Es una zona incluida dentro de la Red de Senderos Europeos de Largo Recorrido GR7-E4 que une Tarifa y Atenas. En la subida, abrupta, será necesario descender de la bicicleta y cargar con ella hasta coronar el puerto. El cansancio merece la pena.

Vistas desde la cima del puerto del Correo © Javier Barba

La ruta discurre a través de varias fincas donde pasta el ganado libremente. No hay peligro alguno. Abre y cierra las cercas y listo. Esta zona de la serranía es famosa por albergar cabras de una raza endémica de estas sierras con cuya leche se elabora uno de los mejores quesos ecológicos de la Península Ibérica.

Desde aquí ya distan pocos kilómetros hasta Cortes o hasta Jimera. Tan solo tendrás que descender y llegarás a la carretera MA-841. Son pueblos llenos de encanto, donde el tiempo parece no correr. En consonancia, el turista que los visita busca tranquilidad y naturaleza.  

Si en otra ocasión te apetece recorrer la sierra de una manera diferente puedes atreverte con esta ruta de senderismo por Grazalema acompañado de mulas que te ayudarán a transportar tu equipaje.

3. De Jimera de Líbar a Gaucín, África a la vista

Desde Jimera deberás salir por la parte norte del pueblo en busca de la vía de ferrocarril. El recorrido en esta parte del camino es duro, pero menos que el tramo siguiente, que se encuentra justo cuando sales del municipio de Cañada del Real Tesoro.

Inmediaciones de la sierra de Líbar © Chito

Desde Cañada deberás continuar por el camino de los Puertos, que transcurre entre arboledas de encinas, algarrobos, castaños y lentiscos hasta enlazar con la cañada real de Gibraltar. Al llegar a un cruce de caminos debes coger dirección puerto de las Eras. Una vez que corones el puerto llegarás a los miradores de Guadiaro y África, con unas panorámicas privilegiadas de los Parques Naturales de Cádiz y del estrecho de Gibraltar. Estás en una zona de elevada afluencia de aves rapaces y puedes disfrutar de un magnífico espectáculo si decides venir a finales de verano.

Mulas cargando corcho (Parques Naturales de Cádiz)

Es posible que ante el entramado de senderos de esta zona de extracción artesanal de corcho de alcornoque no tengas claro qué dirección seguir. No te preocupes: encontrarás por estos parajes varias cortijadas y alojamientos rurales en los que podrás pedir información o descansar. Son una buena opción si decides pasar aquí la noche.

Llegada a Gaucín © Hotel Las Buitreras

En cualquier caso, todas estas pistas terminan en la carretera  A-369, que conecta Benarrabá con Gaucín. Si piensas continuar, en pocos minutos llegarás a alguna de estas dos bellas localidades gaditanas.

4. De Gaucín a La Sauceda, la catedral de los barrancos

Toma fuerzas para una etapa espectacular. La jornada que se presenta es tan exigente como gratificante. La mejor opción es madrugar y dirigirte hacia el oeste, donde encontrarás un carril que sube hacia los cerros de Montoro conocido como el Camino de la Claridad y que te llevará a El Colmenar.

Vistas de El Colmenar © Hotel Las Buitreras

Como bien sabes, la mejor manera de conocer un paraje natural es abandonar las carreteras y adentrarte en él. En la parte final de esta etapa vas a disfrutar de un bosque espléndido de encinas, castaños, algarrobos, madroños y acebos. También conocerás uno de los alcornocales más importantes del mundo, que da nombre a este Parque Natural.

Otro espectáculo de Los Alcornocales es la floración de los rododendros, aquí llamados ojaranzos, que se localizan en las zonas más húmedas y abrigadas de las arboledas y ponen una nota de color cada primavera. Cuando recorras estos parajes entenderás por qué en la Edad Media se decía que una ardilla podía desplazarse desde Pirineos a Gibraltar sin tocar el suelo.

Al llegar a un cruce, toma el desvío de la izquierda que te llevará hasta la Huerta del Peso. Luego enlaza con la carretera que va a El Colmenar. Es el lugar perfecto para hacer una parada.

No puedes irte de El Colmenar sin hacer una visita al paraje del Cañón de las Buitreras y el puente de los Alemanes, enclavados en una imponente garganta labrada por las aguas del río Guadiaro. Llegar tiene cierta dificultad y tendrás que caminar en algún que otro tramo con la bicicleta a hombros. El eje de este lugar, de una gran belleza, es una garganta que supera los 100 metros de profundidad. Hay quien denomina a esta zona la Catedral de los barrancos de Andalucía.

Cañón de las Buitreras © Hotel Las Buitreras

De vuelta a El Colmenar, y antes de continuar hacia el río Hozgarganta, es recomendable que te aprovisiones de víveres para la cena y el desayuno, ya que aunque en La Sauceda hay un pequeño comercio, siempre es mejor ser precavido. La carretera MA-512 enlaza con el poblado de El Robledal. A un par de kilómetros, en Puerto Zarco, se desvía un camino que serpentea durante varios kilómetros entre alcornoques, encinas y umbrías.

Camino a La Sauceda (Parques Naturales de Cádiz)

En esta zona de la sierra casi se alcanzan los 950 metros de altitud, por lo que no está de más que lleves alguna prenda de más abrigo. Puede que la necesites. Desde este punto hasta el cauce del Hozgarganta, el camino es un continuo descenso que te permitirá disfrutar más si cabe del paisaje y del espectacular curso de agua.

Poblado de La Sauceda © Sergio Vera Trujillo

Finalmente enlazarás con la carretera C-3331 que, tras pasar la garganta de Pasadallana, te lleva al pequeño poblado de La Sauceda, abandonado después de la Guerra Civil. Hoy, convertido en un área recreativa, es un lugar perfecto para pasar la noche en unas acogedoras cabañas de piedra ubicadas en plena naturaleza. Previamente has de reservar en el Ayuntamiento de Cortes de la Frontera.

5. De La Sauceda a Alcalá de los Gazules, las últimas selvas andaluzas

Esta es, sin duda, la etapa más dura de toda tu travesía serrana por los Parques Naturales de Cádiz. La subida al pico del Aljibe es por algunos momentos dificultosa y tendrás que poner pie en tierra y cargar la bici en algún que otro tramo, pero las panorámicas una vez que corones los 1.090 metros de este pico compensarán el esfuerzo.

Para comenzar, debes dirigirte al sendero habilitado para bicicletas que parte de la carretera justo en la entrada del área recreativa. En el momento en que te adentres en estos parajes entenderás al instante que es un lugar especial y de una vegetación exuberante, como sacado de latitudes más norteñas.

El verde tapizado de los árboles © Luisdefran

Te sorprenderás con el tapizado de líquenes, musgos, enredaderas y plantas parásitas que envuelve a los árboles, muchos de ellos incluidos en el catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. A medida que ganes altura percibirás que las espesas arboledas dan paso a zonas azotadas por el viento y sin apenas vegetación. Si haces esta ruta entre septiembre y octubre, mantén los ojos y los oídos bien abiertos, pues se trata de un enclave privilegiado para disfrutar de la berrea en España.

En las inmediaciones del pico del Aljibe se ubica un promontorio de rocas que esconde un lugar conocido como la Pileta de la Reina. Se cuenta que allí se bañó Isabel La Católica mientras los ejércitos españoles tomaban esta zona en su camino hacia la ciudad de Granada.

Panorámicas desde el pico del Aljibe © Sergio Vera Trujillo

Unos metros más adelante encontrarás el punto geodésico del Aljibe. Si el día te lo permite y se presenta despejado tendrás unas panorámicas increíbles del estrecho de Gibraltar, el Mediterráneo e incluso del norte de África. Desde aquí comienza un progresivo descenso que atraviesa la espectacular garganta de Puerto Oscuro, donde encontrarás pequeños torrentes de agua encajonados en estrechos valles y que forman unas masas boscosas de galería, típicas de este Parque Natural. Estas zonas son los últimos reductos de laurisilva peninsulares, un tesoro botánico de esta zona de Andalucía.

Espesuras de Los Alcornocales © Aitor

Finalmente, llegarás al aula de la naturaleza del Picacho, donde podrás hacer un alto en el camino. Unos kilómetros más adelante se encuentra Alcalá de los Gazules, una bella localidad gaditana ubicada en el extremo oeste de Los Alcornocales, punto elegido para pasar la noche.

6. De Alcalá de los Gazules a Valdevaqueros, bajada al paraíso costero

No es lógico recorrer el interior de la provincia de Cádiz y no acercarse a conocer sus playas. Apenas te separan cincuenta y pocos kilómetros desde el corazón de Los Alcornocales. Por eso, para esta jornada cambia de tercio y toma un pequeño desvío que te llevará a una de las mejores playas de Andalucía: la de Valdevaqueros y de Punta Paloma.

Es recomendable madrugar, puesto que tienes que dejar atrás las alturas de las sierras del Parque Natural para llegar a las tierras bajas que rodean el litoral. Debes encaminarte a la carretera que atraviesa Alcalá por su parte oeste, la A-375. Tras dejar atrás su casco urbano, dirígete hacia la ermita de los Santos, situada aproximadamente a 2 kilómetros. Desde ella sale una pista conocida como Padrón de las Torrecillas, prácticamente llana, que conecta con Benalup y rodea el embalse de Barbate.

Un alto en el camino © Rubén

Hasta llegar a Benalup atravesarás una zona de vega y campos de labor que se entremezclan con masas arboladas. Benalup es un pequeño municipio que rebosa historia por cada uno de sus rincones y una de las puertas de entrada a la Sierra de Cádiz. Desde allí debes dirigirte al acceso de la Vía Verde Dos Bahías, que discurre entre pastizales, cultivos y campos de aerogeneradores enmarcados en las faldas de las sierras de la Blanquilla y del Niño.

Camino a Facinas © Pablo

Esta vía verde te llevará por el centro de la comarca de Campo de Gibraltar, para llegar al municipio de Facinas y desde allí a la sierra de la Salaviciosa y de Fates.

La subida es exigente, ya que en apenas 7 kilómetros ascenderás casi 550 metros. Puedes refrescarte en la fuente del Chorrito antes de proseguir y admirar las vistas de la costa marroquí: son espectaculares.

Además desde estas atalayas estratégicas vas a poder contemplar, si el día acompaña, el espectáculo de la migración con destino al continente africano de las grandes aves planeadoras y rapaces. Las más comunes de ver son la cigüeña, el buitre, el alimoche, el águila calzada, el halcón abejero y el águila culebrera. Con esta actividad de observación de la migración de aves en Tarifa podrás conocer a muchas de ellas.

Vistas de la costa africana © PabloGF

Una vez que corones las sierras descenderás hasta las playas de Valdevaqueros y Punta Paloma. La mejor recompensa a tu esfuerzo será un chapuzón en estas playas de arena fina e inmenso horizonte.

Entrada a playa de Punta Paloma © PabloGF

Pasea a la caída de la tarde para disfrutar de la puesta de sol y, por qué no, haz parada en cualquiera de los bares y locales que hay a pie de playa.

7. De Valdevaqueros a Algeciras, las puertas del Mediterráneo

En la última jornada tan solo 50 kilómetros te separan de Algeciras. Dirígete desde Valdevaqueros hasta la población de La Peña. Una vez en ella toma la pista que conduce a la CA-9210 y que lleva hasta Cañada de la Jara. Habrás entrado de nuevo en pleno Parque de Los Alcornocales.

Playa de Valdevaqueros © José David Expósito

Esta es una carretera de poco tránsito de vehículos. El camino, que asciende suavemente, no es duro. Pedalea por la CA-2215 que se desvía a la derecha para llegar a la aldea de las Caheruelas, un lugar casi desconocido para la mayoría de la gente que esconde un complejo de dólmenes con más de 5 milenios de antigüedad. Además, desde esta zona las panorámicas del abrazo entre el Mediterráneo y el Atlántico son únicas.

Últimas pedaladas antes de llegar a Algeciras © Fonsy Delgado

A unos 10 kilómetros de la aldea encontrarás un carril que se desvía a la izquierda y que llega hasta Algeciras, punto final de esta apasionante aventura. Esta ciudad cosmopolita y marinera, nexo de unión entre dos continentes, es la puerta de entrada al Mediterráneo.

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Cierra los ojos e imagina que te ficha el Barça o que Obama te pide consejo. Ahora abre los ojos, coge la bicicleta y pon rumbo a los Parques Naturales de Cádiz. Allí, rodeado de bosques, rocas y agua, no hará falta que imagines que eres importante. La naturaleza siempre convierte al hombre en protagonista.

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