La ruta calmante de los refugios de Bieszczady en Polonia

Ignacio Luque
Ignacio Luque

Para un aficionado del Barça el gol de Koeman no es un recuerdo, es un calmante. Desde ese partido dejó de morderse las uñas en las finales.

Para quienes han visitado la cordillera de Bieszczady, este enclave de Polonia no es un destino turístico, es un fármaco natural que elimina el estrés. Parece que lo hubiera patentado Cruyff.

Bieszczady, un paraíso para los senderistas

Bieszczady es una cordillera con vocación de valle. En la frontera que separa a Polonia de Ucrania y Eslovaquia se alza esta cadena montañosa que no destaca por sus cimas escarpadas, sino por sus extensos pastos y bosques de montaña.

En sus laderas no podrás jugar un partido de fútbol siete, pero cuando llegues a la cima creerás que estás en Anfield. O en San Siro, si vienes de Italia.

Las horas no vuelan, ni siquiera corren, en Bieszczady. Pasan a trote lento por este paraje de siesta. Aquí el ritmo de vida es pausado. Lo saben bien los visitantes que recorren los 300 kilómetros largos de caminos señalizados que atraviesan estas montañas, también conocidas como las Polonini.

En su Parque Nacional, la zona más visitada, los senderistas disfrutan de diversas actividades de ecoturismo: ascienden el Tarnica, recorren la cresta del polonina Carynska y alcanzan la tranquilidad en sus refugios de montaña.

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Te propongo un tour de diez jornadas para que tú también lo hagas.

1. El Mar de Bieszczady: Lesko-Myczków

En tenis, un buen saque es medio set. Al viajar, un buen punto de partida también influye.  El mejor lugar para comenzar tu periplo a través de las Polonini es Lesko.

Hay un enlace directo desde la histórica Cracovia. Lesko, situada a orillas del río San, está integrada dentro de la cordillera de Bieszczady, aunque aún no forma parte del Parque Nacional. Desde allí, puedes coger el sendero que te conduce por los márgenes del río hasta el lago Solina.

La duración del trayecto, de unos 17 kilómetros, apenas excede las 5 horas.

Lago Solina © www.dzikie-bieszczady.pl

Esta primera parte de la ruta es sencilla y no alcanzarás mucha altitud; no conviene cansarse el primer día.

Si para la próxima visita quieres quemar más carbohidratos, ten en cuenta que Lesko forma parte de la ruta europea de larga distancia E8, uno de los senderos más largos de Europa, con 4.700 kilómetros. Si eres maratoniano tardarías más de 100 días en recorrerlo.

Si no lo eres, sigue en este trayecto, donde a mitad de camino pasarás por el pueblo de Zwierzyn, situado en un meandro justo antes de llegar a la presa de Solina. Aquí deberás cruzar el río para continuar.

Terminarás el itinerario en Myczków, junto al lago artificial Solina, al que apodan, por sus dimensiones, el mar de Bieszczady.  

2. Los primeros ascensos: Myczków-Terka

En este tramo del recorrido disfrutarás de unas magníficas vistas del lago, puesto que básicamente lo rodearás en su margen derecho.

A lo largo de estos 18 kilómetros cruzarás pequeñas praderas, pastizales y descubrirás un mosaico de casas salpicadas entre bosquetes de abetos. El camino es un continuo sube y baja por pequeñas colinas.

Vistas del río San

Tras ascender hasta el primer alto, el sendero desciende hasta el pequeño municipio de Wołkowyja, situado junto al lago, para después comenzar otra suave subida hasta Gorzanka.

Desde cualquiera de estos altos divisarás paisajes maravillosos de este enclave, antesala del Bieszczady más salvaje y desconocido.

3. Entre bosques y praderas: Terka-Stare Sioło

El siguiente tramo es más duro, así que conviene descansar bien antes de afrontarlo.

En Terka comenzarás la verdadera ascensión hacia las Polonini, las redondeadas cimas cubiertas de prados de las montañas Bieszczady.

A mitad de trayecto entrarás en el Parque Nacional. Desde aquí, solo te queda un último empujón hasta alcanzar la cima del Mieczyslaw Orłowicz, a 1.099 metros de altura, donde confluyen tres senderos.

Es un buen lugar descansar, después de los 16 kilómetros que habrás andado, y disfrutar de las vistas de extensas praderas y bosques de hayas que se extienden hasta el horizonte.

Los primeros ascensos

Si se ha hecho tarde, desvíate de la ruta unos 4 kilómetros para llegar al pueblo de Stare Sioło, donde podrás pernoctar.

4. El refugio `Chatka Puchatka´: Stare Sioło-Brzegi Górne

Esta jornada formará parte de tus mejores días de vacaciones. No en vano, visitarás los Cárpatos polacos, con sus espectaculares praderas de montaña.

Antes de enfilar tus pasos hacia ellos deberás subir de nuevo los 4 kilómetros que desembocan en el pico M. Orłowicz. Coge de allí la pista principal.

El esfuerzo merece la pena.  

Desde este punto, un camino repleto de curvas atraviesa varias cimas del Parque Nacional. Atravesarás una cresta montañosa de más de 7 kilómetros hasta llegar a tu destino.

Cuando te falten cuatro para el pueblo de Brzegi Górne alcanzarás el refugio de montaña conocido como Chatka Puchatka, donde podrás descansar, fotografiar el maravilloso entorno e incluso pernoctar si eres de los que combaten la incomodidad con el desprecio.

Refugio de montaña Chatka Puchatka

Este refugio de montaña, con capacidad para 20 personas, carece de agua, sanitarios y electricidad. Aún así, vale la pena quedarse para contemplar la puesta de sol o el amanecer.

Si no eres de los que se embelesan con estas cosas, baja hasta el campamento de Brzegi o el de Przełęcz Wyżnia.

5. En el corazón del Parque: Brzegi Górne-Ustrzyki Górne

Has cubierto casi la mitad del recorrido, así que mereces una recompensa.

Como premio, tienes por delante un trayecto corto, de apenas 10 kilómetros, en el que disfrutarás del paisaje.

Comenzarás con una ascensión de 3 kilómetros hasta la cima del polonina Carynska. Después, no queda más que un suave descenso durante apenas 3 horas.

Recorrerás longitudinalmente toda la cresta de la montaña hasta llegar a Ustrzyki Górne, donde te propongo el siguiente alto en el camino. Su situación, en una confluencia de caminos, permite que desde allí se puedan admirar los picos de las sierras circundantes.

Ustrzyki Górne acoge uno de los mayores centros turísticos de Bieszczady, por lo que no tendrás ningún problema para buscar alojamiento.

Además, allí está ubicada la Dirección del Parque Nacional de Bieszczady, así como un pequeño museo sobre el turismo de montaña, una oficina de correos, varias tiendas y una estación de rescate.

El corazón del Parque Nacional

6. Testigos de la berrea: Ustrzyki Górne-Muczne

Bienvenido a la etapa reina. Durante la misma recorrerás los escenarios míticos del sur de Polonia.

En el corazón mismo del Parque Nacional, y a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania, se encuentra el pico más alto de las polonini, de 1.346 metros de altura, denominado Tarnica.

Numerosas balizas te marcan el camino ya que está prohibido abandonarlo. Tupidos hayedos y abetales vírgenes te acompañarán en las zonas más bajas de este tramo.

Abruptamente, surgirán praderas  de montaña sobre las que se alzan un sinfín de cimas redondeadas.

La cumbre del Tarnica es inconfundible puesto que está coronada por una cruz de varios metros de altura que se aprecia perfectamente desde varios kilómetros antes. Te recomiendo hacer esta ruta en otoño, ya que el número de turistas desciende considerablemente y además, con un poco de suerte y si madrugas, serás testigo de un espectáculo que recordarás por el resto de tus días: la berrea del ciervo en los Cárpatos.

Vista del pico Tarnica

Cada otoño numerosos machos de esta especie llegan a estos prados montanos desde los valles para establecer su jerarquía ante sus competidores y poder ganarse así el favor de las hembras. El eco de sus bramidos y el chocar de las astas se escuchan por cada rincón.

Igual que se oyen en la dehesa extremeña. Apúntate a esta actividad de escucha de la berrea en Cáceres y compruébalo.

Antes de dirigirte hacia el Tarnica presta atención a las condiciones meteorológicas. El viento o una nevada repentina pueden hacer que un pico de estas características y en estas latitudes sea un coloso casi inexpugnable para un senderista.

Bosques del Bukowe Berdo

Tras coronar el Tarnica, abandona de nuevo la ruta principal para dirigirte a Bukowe Berdo, una cima un poco más baja. Desde allí, coge el sendero que sale a la derecha hasta llegar a Muczne, pueblo aislado de cabañas de madera que te hace sentir salvaje, donde podrás dormir.

A veces hay que estar cansado para ser feliz.  

7. La tierra del bisonte: Muczne-Dwernik

Ahora que has conocido el corazón de Bieszczady puedes comenzar el camino de vuelta.

Para retomar el sendero que dejaste el día anterior tendrás que subir de nuevo la cima del Bukowe Berdo.

Una vez allí, en vez de retomar tus pasos, puedes descender por la ladera contraria de la montaña para, después de cruzar el puente sobre el río Wołosatka, llegar al campamento de Widelki. Allí, además de los refugios, encontrarás una pequeña reserva de bisontes en la que residen doce de estos ejemplares.

Un pequeño monumento les rinde homenaje y rememora los orígenes de su reintroducción en Bieszczady.

No te pierdas la oportunidad de aprender a fotografiar a este magnífico animal con esta actividad para fotografiar bisontes en Polonia.

Grupo de matriarcal de bisontes con sus retoños

También es posible que a lo largo de esta ruta observes algunas especies de rapaces como el águila real o el águila moteada.

Otra de las rapaces que puedes observar es el cárabo de los Urales que en primavera construye su nido en oquedades de troncos.

En otoño, madura la fruta roja de los serbales que cubren las zonas más bajas del Bukowe. Su tonalidad constituye un magnífico contraste con la de los prados.

Los densos bosques de coníferas en Bukowe

A 3 kilómetros de Widelki tendrás la oportunidad de volver a descansar en un refugio de montaña típico. La koliba de Przysłup Carynski está construida en el lugar donde antiguamente se alzaba el pueblo de Carynskie, hoy inexistente.

Podrás parar a comer, admirar las vistas o descansar en este pintoresco valle donde actualmente solo residen osos, lobos o ciervos. ¿Imaginas encontrar con una sorpresa así en tu camino?

Tras esta dura jornada, de más de 7 horas de caminata, llegarás Dwernik. Ya habrás abandonado el Parque Nacional, aunque el paisaje seguirá siendo igualmente admirable.

Arroyo de montaña en la zona alta del PN en Muczne

8. El Bosque intocable de Hulskie: Dwernik-Polana

Si cruzas el curso alto del río San comenzarás una subida, perfectamente señalizada, en dirección a Polana. Tardarás menos de 5 horas. Entre la salida y la meta haz una parada en el refugio conocido como Chata Socjologa, una preciosa cabaña de madera enclavada en un claro del bosque. En ella, una cálida hoguera o un tentempié harán las delicias del caminante.

A esta altitud, de alrededor de 900 metros, los bosques muestran todo su esplendor.  

Refugio de Chata Socjologa, cerca de la Reserva de Hulskie

Por estos senderos de tierra, que atraviesan el bosque estrictamente protegido de la pequeña Reserva Natural de Hulskie, es más que probable que encuentres huellas o excrementos de osos, bisontes y lobos, animales presentes en estas montañas pero muy esquivos.

En Hulskie no se extrae madera ni se retiran troncos caídos ni árboles muertos, así que si el camino está bloqueado tendrás que sortear el obstáculo.

Si eres afortunado sorprenderás a otro de los habitantes de estos bosques, en este caso el grévol común, una preciosa ave emparentada con los urogallos aunque de menor tamaño. Son muy tímidas y a la menor señal de peligro vuelan para encaramarse a las copas de los árboles y desaparecer.

Águilas reales, pomeranas y moteadas pueden ser también avistadas. Corzos y venados son, sin duda, los más fáciles de ver. Y en casi cada curso de agua es posible que veas alguna represa construida por castores.

Corzo pastando en la Reserva de Hulskie

La jornada terminará en un precioso valle de esta parte de Bieszczady denominada montañas de Otryt donde se encuentra Polana, un pequeño pueblo fundado en el siglo XV, lo que le confiere un puesto en la historia de la región.

9. La gruta de Rosolin: Polana-Telesnica

Desde Polana, tras pasar la noche, puedes continuar la ruta ascendiendo junto a los márgenes del arroyo Czarny, que desemboca en el lago Solina.

Pero antes de empezar, acércate a la zona de Roselin, en los alrededores del pueblo de salida, donde un precioso curso de agua que se desliza entre barrancos y hayedos ha excavado en la roca una maravillosa gruta. Es un buen lugar para avistar mirlos acuáticos y anfibios en sus orillas.

A unos 3 kilómetros de Polana te encontrarás con el pueblo de Chrewt, asentado en una bahía del lago Solina. Es otro buen punto para hacer una parada.

Aquí se pueden practicar deportes acuáticos y, si el nivel del agua es bajo, podrás divisar en el fondo del lago los cimientos de un antiguo molino y una granja, vestigios de la antigua población.

En España también hay embalses que nos deparan sorpresas, y que son ideales para los deportes acuáticos. En el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas podrás alquilar un kayak en el embalse del Tranco para recorrerlo a tu aire.

Vistas del lago Solina

Tras dejar atrás Chrewt, te adentrarás en el pintoresco valle de Paniszow, donde el ganado de esta zona practica la trashumancia en invierno.

Aproximadamente en cuatro horas, habrás llegado a Telesnica Oszwarowa, penúltima parada del recorrido.

10. De vuelta a la civilización: Telesnica Oszwarowa-Ustrzyki Dolne

En esta última jornada apenas tendrás que subir y bajar un par de colinas y tu paseo te llevará al final del itinerario.

No tardarás más de 4 horas en recorrer este tramo en el que dejas atrás los márgenes del lago Solina antes de llegar a tu destino.

Ustrzyki está situado a escasos kilómetros de la frontera con Ucrania, de modo que apreciarás claramente las influencias de su pasado soviético.

Caóticos mercadillos con productos de la zona, ropa, tiendas de souvenirs y un ir y venir de mujeres, que tratan de ganarse un dinero extra con la venta de mercancías, alcohol y dulces típicos de Ucrania te confirman que has llegado a la parte oriental de Bieszczady.

Mirador a 5 km de Ustrziky Dolne

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Siempre te acuerdas más del primer beso que del último, pero el último se lo sueles dar al amor de tu vida.

Cuando las mariposas dejan de aletear en el estómago, la pasión cambia de estrategia para que cogerse de la mano sea el preámbulo de una noche loca.

De entrada, es posible que otros destinos turísticos te emocionen más, pero de Bieszczady no querrás salir.

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4 comentarios

  1. Magnífica descripción de una ruta desconocida para el común de los mortales.
    Sólo con la lectura dan ganas de ir. Especialmente, acompañado de ti.
    Enhorabuena Ignacio!

  2. Buesnos días Ignacio. ¿Tengo alguna forma de ponerme en contacto contigo? El correo electrónico proporcionado al final del artículo no funciona y quería consultarte una serie de dudas respecto al alojamiento durante las diferentes etapas de la ruta. ¡Gracias de antemano!
    PD: Te envié un mensaje a traves de Twitter también.

  3. Para disfrutar de las rutas en las montañas, es esencial contar con el calzado adecuado, como las zapatillas de trail. Brindan tracción, amortiguación y protección, permitiéndote explorar senderos empinados y rocosos con confianza y comodidad. ¡Prepárate para conquistar la montaña con estilo y seguridad!

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